Antes de tener a mi hijo, yo tenía unas rutinas para limpiar y organizar mi hogar. Una vez di a luz, … todo cambió.
La ilusión de la maternidad
¿Cuánta ilusión y amor se siente al dar a luz esa cosita hermosa que Dios nos envió para llamarles hijos? Es muy grande e indescriptible esa sensación, sin embargo, no vienen solos.
Tener hijos trae consigo una gran responsabilidad y muchos cambios a la vida. Incluyendo cambios en nuestra planificación y orden… por completo.
Antes de tener a mi hijo, yo tenía unas rutinas para limpiar y organizar mi hogar. Mi casa nunca ha sido perfecta, pero me esforzaba para mantenerla bastante al día y ponerla a nuestro gusto y comodidades.
Mi realidad durante la maternidad
Una vez di a luz, ya sabes que todo cambió. El bebé necesitaba atención casi todo el tiempo y cuando no, había que preparar algo para cuando despertara. Esto me dejaba casi sin poder descansar entre un cambio de pañal y otro. Además, me fascinaba tener a mi hijo dormido en mis brazos… son momentos que atesoro en mi memoria con mucho amor.
No sé tú, pero en mi caso, el parto por sí sólo fue fuerte y me dejó sus secuelas. La lactancia con todo su paquete, los dolores, el cansancio posterior por no dormir bien y otras cositas más. En fin, todo eso causa que una no pueda pensar en limpiar, y ordenar.
Dicho todo eso, me imagino que te identificas, aunque sea un poco. Mi casa poco a poco, con todo y la ayuda de mi madre, comenzó a ser desconocida para mí. Te digo esto porque a pesar de todo, aprendí una nueva forma de organizarme con el nuevo rol de la maternidad. Ser madre era algo que no cambiaría, por lo tanto, mi método de organización y mi plan para mantener mi casa al día, eso sí debía cambiar.
Lo que aprendí
Las mujeres podemos ser muy fuertes y dadas al servicio. Eso nos permite encontrar fuerzas en momentos de debilidad o incomodidad. Con la ayuda de Dios podemos salir adelante en momentos de confusión y eso fue lo que yo viví.
Luego de recuperarme lo suficiente y que mi bebé me permitió tener algunos ratitos disponibles, decidí empezar poco a poco a hacer algunas cositas para cambiar la situación. Anhelaba sentirme a gusto en mi hogar de nuevo, así que decidí cambiar mi mentalidad y hacer algo al respecto.
Quiero contarte algunas cosas que he aprendido en este proceso y que me han ayudado a sentirme a gusto otra vez en mi hogar.
1. Debo tener paciencia – no puedo resolverlo todo en un día. El cambio toma tiempo y cada paso me va llevando poco a poco a mi meta.
2. Los bebes no saben de orden y a fin de cuentas él es muy pequeño aún. Aprovecho cada vez que es posible y le voy enseñando orden (poco a poco) pero no va a ser perfecto (ni como yo) y eso está bien.
3. Para poner las cosas en el orden que deseo tengo que ponerle día – si no le pongo fecha a mis objetivos, se postergan mucho. Cuando visualizo un cambio en mi hogar, me digo: “la próxima semana voy a organizar ese guarda ropa”. Al ponerle fecha, le doy prioridad y me enfoco en completar esa tarea para la fecha establecida.
4. Dividir las tareas en pequeñas partes, me ayuda a enfocarme en pasos pequeños – ya que no poseo tanto tiempo cada día, es mejor asignarme tareas pequeñas para lograr más. No es lo mismo decir “el sábado voy a organizar ese closet” – un solo día para toda la tarea que tomará horas. O, decir “el lunes voy a revisar la ropa (reusar, regalar, dejar); el martes – revisar zapatos; el miércoles – organizar las gavetas; el jueves – hacer las donaciones y misión cumplida”. Dividí la tarea en varios días, un poco cada día, menos tiempo dedicado por día y finalmente logré mi objetivo sin estresarme.
5. Los pasos pequeños día a día, me llevaran a la meta – este es el resultado de lo anterior. Pensar en esto ayuda a mantener el enfoque.
6. Pocas metas por día me hacen más eficiente y feliz – otra vez, se trata de mentalidad.
7. Compartir las tareas de la casa – si no vives sola, tu pareja tal vez puede asumir algunas tareas que le gusten y te dejen más tiempo para otras cosas o descansar y relajarte.
8. Debo sacar tiempo para descansar – descansar es necesario para la salud física y emocional.
9. Limpiar y ordenar no es la prioridad – mi familia lo es.
10. La casa no tiene que ser perfecta para yo ser feliz.
Tal vez tu puedas encontrar tus propias lecciones en el proceso. Todas somos diferentes y nuestras experiencias también lo son. Aun así, puedes ver si alguna de estas lecciones se aplica a tu caso y puedes evaluar tu propia situación y encontrar la manera de ser feliz con el método que escojas.
Cuéntame en los comentarios si te identificas conmigo.
¡Lindo día!
También te puede interesar:
¿Tienes preguntas o quieres agendar una asesoría virtual gratuita?
Escríbeme a bfraticelli2021@gmail.com
We use cookies to improve your experience and to help us understand how you use our site. Please refer to our cookie notice and privacy policy for more information regarding cookies and other third-party tracking that may be enabled.