Tener hijos pequeños es maravilloso, es super divertido ver como se ríen y gozan la vida. Cualquier pequeño gesto que hacemos hacia ellos los emociona tanto que llena nuestras vidas de alegría. Viven con una intensidad que nos hace correr tras ellos y así mismo nos ponen la casa.
Reguero Intenso
Esa misma intensidad de alegría y júbilo que transmiten es usada para crear un pequeño caos en la casa con sus juguetes. Cuando son chicos, tener regueros o juguetes perdidos por toda la casa es común en todos los hogares del mundo.
Sin embargo, si ese pequeño caos no se maneja a tiempo se puede convertir en un caos gigante de acumulación que nos causa dolor de cabeza y hasta depresión. Es como una bola de nieve que mientras más rueda, más grande se hace. Así pasa con el desorden, un juguete por allí en la mañana, otro par de Legos por allá en la tarde y a la noche no podemos caminar por la sala (o la casa).
Este caos puede ser muy abrumador al punto de enojarnos con ellos o pretender que piensen igual que nosotros. Pero el desorden no es algo que a ellos les preocupe.
Los niños también aprenden de orden
Los chiquitos solo piensan en divertirse y reír con todas sus fuerzas. Poner orden es cosa de grandes, ellos no vienen con un manual que les dice las consecuencias del reguero.
Pero cuando vamos creciendo, comenzamos a tener consciencia al respecto. Mientras más pequeños son, es más fácil inculcar en ellos la importancia del orden, de poner cada cosa en su lugar.
Mi experiencia
Ellos ven y quieren hacer todo lo que uno hace. Eso es lo principal, los niños pequeños aprenden viendo. Desde que mi hijo nació, tengo la costumbre de recoger sus juguetes varias veces al día y en especial por la noche. Nunca nos vamos a la cama y dejamos el caos activado.
Mi hijo ha visto esto durante dos años, así que sin uno pedirlo muchas veces él nos sorprende.
En varias ocasiones ha sucedido que terminamos de comer algo de un envase plástico (alguna merienda o agua) y él toma el envase y lo lleva al cesto de la basura. Eso es una conducta aprendida.
De igual forma cuando tiene sus juguetes tirados, yo le digo “vamos a ponerlo en su lugar” – su lugar es un contenedor especial para sus juguetes – y él viene a ayudarme.
Ellos pueden ayudar a ordenar
Hay muchas cosas que los niños pueden hacer para ayudarnos a mantener el orden en casa. Así que, de mi experiencia, te quiero contar algunas cositas en las que mi hijo nos ayuda.
Quiero aclarar que, en muchos casos, él lo hace voluntariamente, ni siquiera se lo pedimos. Pero es que lo ve como algo normal y por eso participa. Me he percatado que a los niños les gusta ayudar a sus papás.
Claro está, que hay momentos en que hay que insistir para que hagan algo, de forma que aprendan que, aunque a veces no nos gusta, es necesario hacerlo por el bien común. El desorden de unos puede afectar la familia completa.
Tareas que pueden hacer los niños pequeños:
Recoger sus juguetes – es importante designar un lugar para los juguetes y que siempre se pongan ahí. Ellos aprenden por costumbre, cuando ven algo repetidas veces, lo hacen automáticamente.
Poner ropa en la lavadora o secadora – a mi hijo le encanta ayudarme cuando ve que estoy llevando el cesto de la ropa al cuarto de lavado. El mismo toma algunas piezas y las va poniendo según alcanza jajaja… sólo llega hasta el borde de la lavadora así que yo tengo que echarla, pero igual le doy las gracias.
Botar la basura – es importante que sepan llevar las cosas a la basura una vez terminado. Mi hijo me sorprendió en una sala de espera cuando le dije que había que botar el pañuelo húmedo, lo tomó y fue a un cesto que yo ni sabía que estaba ahí. Fue la primera vez que puso algo en la basura, después de eso lo ha hecho con frecuencia en nuestra casa.
Trasladar artículos de lugar – por ejemplo, poner botellas de agua o jugo en la nevera, guardar la compra o aproximarla a la cocina. Cuando mi madre viene a visitarnos, mi hijo sale a recibirla y la ayuda a poner los bultos que trajo dentro de la casa.
Llevar los platos o botellas a la cocina – mi hijo muchas veces deja la botella tirada por cualquier esquina, pero recientemente ha comenzado a llevarla al tope de la cocina o igual si yo le pido que traiga su botella, la busca y me la entrega.
Definitivamente no son muy hacendosos, pero van aprendiendo. Hay que reconocer que no todos los niñ@s son iguales, unos aprenden más rápido que otros y por lo tanto debemos tener paciencia.
Lo importante es que, si nosotros tenemos la costumbre de poner las cosas en su lugar una vez que son usadas, ellos eventualmente empezaran a hacerlo también.
Espero que esta publicación te sirva de ayuda para delegar algunas pequeñas tareas en los chiquitos de tu casa y así poner orden en tu lugar favorito del mundo.
¡Lindo Día!
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